Reflexiones Sobre la Educación del Campo en la Perspectiva Pedagógica de la Indignación

Resumen

El derecho a la educación ha sido considerado pasaporte de los ciudadanos para la autonomía y la dignidad humana, así como condición sine qua non de la posibilidad de desarrollo y crecimiento con equidad social y económica de una nación. Sin embargo, a una categoría específica de estos ciudadanos se les ha negado tal derecho a una educación de calidad, correspondiente con su realidad socioeconómica y cultural. Es lo que ha sido manifestado por las reivindicaciones de los movimientos populares de los medios urbano y rural. Las clases populares y, en especial los campesinos, anuncian su indignación, exigiendo una mirada particular de los poderes públicos para su carencia educacional o una actuación propositiva con proyectos alternativos, a modo de buscar una enseñanza adecuada a sus objetivos. Por tanto, unas políticas públicas que atiendan a tales reivindicaciones son vistas como necesarias, además de enfocar la formación y la práctica transformadora de los agentes mediadores de la educación, los docentes. Necesaria, también será la construcción de currículos y de infraestructura básica, dando condición de oferta de una enseñanza adecuada a la realidad de estos grupos de individuos que aún no fueron atendidos en la plenitud de su ciudadanía.